Dominium mundi

Brindo con nubes y astros, dentro de este mundo cuántico paso del tiempo, ¿Dónde está Quintana? Preguntaron... Anda perdido en montañas aprendiendo de dioses asirios.

Leyendo lenguas muertas, esclavo del templo, descifrando claves de los secretos acadios, estudio mi espectro, Marco Aurelio, y si hace falta utilizo la fuerza de Sargon.

Rey mesopotámico bañado en oro, pasado oscuro, nunca tiro, pero si tiro no fallo destruyo, ojo por ojo no soy Hammurabi, soy una lluvia de perseidas volando en tu iris, "Dominium mundi".

Guerras en Naqada, Egipto, p*ta soy Akenatón, me infiltro sin delito como un hicso sobre el páramo. Mi Nefertiti llorando sobre sarcófagos, la luz de la esfinge como en Saqqara los pájaros.

Códigos secretos, manuscrito Voynich, 1,6180 Fibonacci, rebelión de masas, misterios de la Matrix, andan guardados como secretos del Kremlin.

Cantos de vírgenes, franciscanos, dominicos, pintando al óleo a lo "Trecento" con Judas y Giotto, bebiendo de la fuente de las lágrimas de Cristo, traicionado por los míos "Los idus de marzo".

El hombre y el santo, la luz y el demonio, la rosa de Tokio, escritos sumerios, tesoros corsarios, el arte del mal, la guerra, la paz, el calvario, me enfrento al destino de frente aprendí de estoicos.

El hombre y el santo, la luz y el demonio, la rosa de Tokio, escritos sumerios, tesoros corsarios, el arte del mal, la guerra, la paz, el calvario, me enfrento al destino de frente aprendí de estoicos.

Res non verba, sangui sparta, morituri te salutan, magnus ave cesar, como Aníbal espero a las puertas, he jugado las cartas, me mantengo firme la estrella de cinco puntas.

Entre profecías, textos y diarios incas,

Salí de la jaula hablando en pársel con la mamba negra,

aunque no entiendas fui yo el que cabó su tumba

Quintana encontró la luz pero se mantendrá en las sombras