Me dejaste jugar a quererte
Me dejaste apostarme la vida
Me dejaste creerme que me amabas
Y un buen día, dejaste de ser mía
Y empecé a recorrer otros caminos
Y me vi enredado en otros brazos
Me llené del perfume de otros cuerpos
Y probé la dulzura de otros labios
Y de nuevo me enseñas la baraja
Y me retas a una última partida
En tu juego, tan solo hay una carta
Y yo tengo las mismas que tenía
Ay, ay, no llores
Que afortunadamente se te acabó la suerte
Y yo seguiré siendo el rey de corazones
Ay, ay, no llores
Que afortunadamente te tengo nuevamente
Y yo seré por siempre tu rey de corazones
Ya cumpliste tu amarga penitencia
Y con llanto lavaste tus pecados
Y yo también he aprendido a perdonarte
Y no olvido lo mucho que te he amado
Volveremos a ser lo que antes fuimos
Volveremos al mundo del pasado
Pero nunca, nunca, nunca, nunca olvides
Que yo cedo después de haber ganado
Y si quieres, rompamos la baraja, amor
Que a los dos nos ha tenido separados
Y vivamos completamente unidos
Para nunca jamás hacernos daño
Ay, ay, no llores
Que afortunadamente se te acabó la suerte
Y yo seguiré siendo el rey de corazones
Que afortunadamente te tengo nuevamente
Y yo seré por siempre tu rey de corazones
¡Oh!
Que afortunadamente se te acabó la suerte
Y yo seguiré siendo el rey de corazones
Y tú me dejaste creerme que me amabas
Y cuarote, te buscaba, en otro cuerpo, en otra cama
Que afortunadamente te tengo nuevamente
Y yo seré por siempre tu rey de corazones
Ay, los dos, juntitos, y de nuevo amarnos
Dándonos caricias, sin hacernos daño
Que afortunadamente se te acabó la suerte
Y yo seguiré siendo el rey de corazones
