Navidad con pulgas

Navidad con pulgas, escrito por Mainhorarias

En mi casa todo transcurría como

Siempre ese 24 de diciembre

Se escuchaba el perro pastor alemán

Del vecino ladrándole a las vacas

Mi familia conversando en la cocina

Mi mamá palmeando tortillas

En el patio, mi pato cuáquer esperaba su

Comida de la tarde y yo en mi cuarto leyendo

Desde luego un poquito triste porque mi

Hermano mayor se había ido a otro país con una beca

Era mi primera Navidad sin él

Siempre jugábamos a adivinar qué

Podría traernos el niño

Don Lorenzo estaba de visita, siempre con sus

Historietas interesantes sobre sus viajes por

México y otros países

Ya no podía seguir leyendo, porque deseaba

Ir a escuchar sus historias

De pronto, en el silencio de mi lectura

Mientras intentaba afinar los oídos para escuchar

La conversación de Don Lorenzo sobre algún

Ferrocarril y las momias de Guanajuato

Escuché un susurro

Eran pequeños sonidos

Casi podría decir que se trataba de aplausos y risas

Al principio no le tomé importancia

Porque en el aire viajan las voces de la gente

El canto de los pájaros y hasta los

Silbidos de las fiestas vecinas

Sin embargo, noté que era en mi cuarto

Donde se originaba todo aquel jolgorio

¿Serán ratones recién nacidos?

¿Grillos roncos de tanto cantar?

Me asomé detrás de los libros, debajo de la mesa

En la rana de peluche

Hasta sacudí mi cobija y nada

Por fin me agaché para mirar debajo de la cama

La corrí suavemente

Pero tampoco había nada

Me quedé casi sin respirar escuchando

Dirigí mi atención hacia el ropero

Estaba seguro de que era ahí donde se originaba aquel sonido

Lo abrí despacio

Pero tampoco vi nada

Sin embargo, ahí estaba aquella maleta vieja color rojo

Con decoraci navide que Don Lorenzo me había regalado

Para cuando viajes muchacho con una

Maleta se vuelve realidad un viaje

Es magia, muchacho, pura magia

Y sí, mi hermano también había heredado

Una maleta vieja de Don Lorenzo

La miré detenidamente

La abrí, pero no había nada

Nada. Sin embargo, el ruido seguía y

Se originaba exactamente en esa maleta

La saqué y me acomodé en el piso

Miré con toda la concentración posible

De pronto, vi algunos puntos de colores moverse en el fondo

Allí estaban los sonidos. Parecían pulgas

El brillo que salía de sus cuerpos no me dejaba

Ver exactamente qué eran

De inmediato vino a mi memoria el circo de

Pulgas que don Lorenzo mencionó un día

Lo vi en la ciudad de Guanajuato

Un señor en un parque las ponía a brincar

Era un escenario hecho con cajitas de fósforos

Entrenaban todos los días

¡Encontré un circo de pulgas!

Eran bellos sus movimientos en el aire

Sus vueltas de salto quíntuple

Muchas de ellas estaban viendo el espectáculo

Sentadas sobre pelos de gato

Que habían acomodado en forma de círculo

Supuse que algunas eran las pulgas de Garza, mi perra

O de Pipa, mi gata

O hasta de Quaker, mi pato

Y ahí en la pista estaba el circo

Una pulga con vestido de mezclilla y

Tacones altos color amarillo animaba el espectáculo

Su voz se escuchaba como una flauta diminuta

La pulga animadora se movía al ritmo de reggaetón

Con ustedes, Pulgo Pulgón, para llenar de alegría el corazón

Va como un canguro, vuela como un vato

Es nuestro acróbata Pulgo Pulgón

Pulgo, pulgo, ey, yo

Pulgo, pulgo, yo, ah

Pulgo, pulgo, yo, ah

Pulgo, pulgo, ey, pulgo, ey, pulgo, ey, pulgo, ey

Apareció luego el pulgo malabarista y saltimbanqui

Llevaba zancos con camisa larga color naranja

Que le llegaba hasta el suelo En sus manos tenía siete partes

De piedra de cuarzo redondas y de distintos colores

Empezó a lanzarlas al aire sin parar hasta

Que formó un arco en movimiento

Yo estaba con la boca abierta

¡Mamá, mamá, corran, vengan a ver!

Y en ese momento todas las pulgas desaparecieron

Les conté lo que había visto

Eso no es posible, muchacho

Pero si usted mismo me contó la historia

Sobre un circo de pulgas en México

Historias son historias, muchacho

Historias son historias

Fui rápido por la maleta y la lupa, pero ya no había nada

Nunca dejé de imaginar, muchacho

Nunca dejes de imaginar

Si él no me creía, ¿quién lo haría?

Llegó la noche de Navidad

Me regalaron el balón de fútbol que tanto soñaba

Pensé en mi hermano

Cuánto me habría gustado estrenarlo con él

Contarle lo del circo de pulgas

Él me habría creído

Me fui a la cama

En el silencio de aquella noche fría de diciembre

Traté de concentrarme para ver si en algún lugar de mi cuarto

Estaría iniciando la función de circo

Pero nada

¿Por qué se fueron?

Yo no les habría hecho nada

Vuelvan, por favor

De pronto

Señoras y señores, con ustedes

Bandana, la pulga árabe

Bandana era una pulga gorda con

Una elasticidad nunca vista

Mis únicos testigos eran Pipa, mi gata

Quaker el pato y Garza, mi perra

De seguido vinieron los payasos

Una pulga hizo las delicias del público con su magia

Le trajeron un botón de camisa

Pequeño y se paró encima

Girando y girando lo suspendió en el aire

Como una alfombra voladora

Del botón se desprendían minúsculas

Partículas que eran dulces navideños

Que los pulguitos recogían entusiasmados

La ovación del público parecía no terminar jamás

Fue una noche espectacular

A la ma siguiente dec muchacho a ver el circo de pulgas

Sí, don Lorenzo. No entiendo por qué no me creé

Shh, muchacho. Te voy a contar un secreto

Mira, sí es cierto que existen

Los vi por primera vez hace 40 años

Hay circos de pulgas en todo el mundo

Pero hay muchos circos que están esclavizados

Sus dueños maltratan demasiado a las pulgas

Las obligan a actuar

Y si no lo hacen, las matan de hambre

O las terminan cruelmente con sus uñas

Pero, ¿y el circo que tenemos en la maleta roja?

Son un tesoro, debieron de escapar todas juntas

Para los dueños de los circos son pulgas rebeldes

Porque se vuelven demasiado creativas y autosuficientes

¡Demasiado felices!

Mi mamá le contó a todo el mundo

Sobre mi nueva ocurrencia

Incluso llegó a oídos de mi maestra de la escuela

A los pocos días

Buenos días, señora. Somos la fumigadora

Usted me indica por dónde empezamos

Sentí un susto grande. Corrí a sacar la maleta roja

Pero mi mamá me la quitó

Robertín, ya basta

Me gusta que hagas historias

Que leas tus libros

Pero ya esto fue demasiado

Ese día fumigaron toda la casa

Y desde luego

La maleta roja

Le había fallado a Don Lorenzo

Le había fallado a mi hermano

Le fallé a mi hermoso circo de pulgas

Tranquilo muchacho, vos no tuviste la culpa

Aquel domingo de año nuevo

Escuché el sonido nuevamente

Busqué por todas partes, y nada

Sabía que eran ellas, seguía buscando

Emocionado y lleno de fe

Después de levantar peluches, zapatos

Libros, bultos y almohadas

Llegué hasta donde estaban

Esta vez el sonido venía de la panza

Peluda y suave de pipa

Mi amada gata, ella las había salvado

Con el apoyo de Quaker, mi pato y mi perra Garza