Mercancía (Pregón)

Ven acá, mujer, acércate a ver

la invisible mercancía:

voy vendiendo sed.

Cricrí de grillos,

los meneo en los tobillos,

ni vendo ni voy a alquilar,

que hasta el centro de un anillo

te voy a regalar.

Traigo alfileres, cartas marcadas,

hilo blanco de redes nocturnas,

cadenas rotas, cabeza al revés,

y mi boca desbocada.

Traigo gloria a granel.

Vendo el canto que estremece el viento,

monedas al aire sin cara ni cruz,

estatuas hartas de soportar templos,

motor primero, coronas de luz;

vendo tiempo molío por relojes,

en mi retina hay un espejo fractal,

con la piedra en la que me tropiezo

labré un pedestal.