Caléndula

Suena el eco de los tambores de Pompeya.

De momento el cemento de la tierra nos alimenta.

Tú sin miedo tú que bailas entre las fieras.

Humo negro los ojos brillan entre las sombras.

Y cuando cae la noche aúllan como lobas.

Entre huesos vacíos desnudan las horas.

Y la luna se rompe y se cuela por tu piel.

En silencio rezan oraciones en la despensa.

No nos oyen atados a la vida que les espera.

Y cuando cae la noche aúllan como lobas.

Entre huesos vacíos desnudan las horas.

Y la luna se rompe y se cuela por tu piel.

Y la maldición bajo nuestros pies nos recuerda que nadie duerme esta noche.

Y la maldición bajo nuestros pies nos recuerda que nadie duerme esta noche.

Y la lluvia cae sobre nuestra piel y las gotas no nos dejan ver el bosque.

Y cuando cae la noche aúllan como lobas.

Entre huesos vacíos desnudan las horas.

Y la luna se rompe y se cuela por tu piel.